viernes, 27 de junio de 2008

camino a la brutalidad

La verdad la llevo aquí en mi morral. En ella no caben los errores; no hay lugar para las estupideces de la ignorancia. Acá, dentro de la verdad, solo hay un corazón envuelto en el odio; inundado en el desprecio. Encolerizado, he de enfermarme de desilusión. ¿Por qué hube de voltear? ¿Por qué deje seducirme por la inestabilidad de su patético romanticismo? Alguien que no se ama, ni se respeta, jamás encontrara el amor. No encontrare el amor; y ya no me nace. Podremos evadir momentáneamente nuestra soledad con algo de compañía; esas gentes de las que nos rodeamos no son mas que resignación. Y si blasfemo, si mis alaridos cargados de anárquico salvajismo se me escapan; es por la necesidad de odiar. Por que quiero refrescar mi aliento con el tibio sabor de tu sangre; palpar el dolor tu alma mientras rasgo tus entrañas. Acompáñame camino a la brutalidad de la impotencia; disfruta esta melodía: la del crujir de tus frágiles huesos.

1 comentario:

Consolation Des Arts dijo...

Oohhh, es muy fuerte y lleno de pasión....me agradó, me agradó...alaridos salvajes en medio de la nada...