lunes, 25 de abril de 2011

esta hambre



he alimentado esta hambre,
con la furia bestial de un hombre cegado por la razón.
esta hambre me ha cegado.
es igual a la de un tirano.
brutal.
despiadada.
sangrienta.

esta bestia interna se niega a morir.
son sus ojos encendidos los que iluminan las tinieblas en las que ha sido aprisionado mi ser.
el fuego de su hocico encendido aun calienta mi deseo infinito de justicia.

¡he intentado saciar esta hambre!
su hambre.
con voluntad y dolor.

y ahora el ardor en mis puños es incontenible;
como las muertes interminables de esa gente inocente.
le aplasto: soy yo el que se hunde.
cierro mis oídos a sus gritos hambrientos: pero mi grito de clamor se apaga con él.

no podre extirpar esta hambre.
nunca.
desahuciarlo sería renunciar a la vida: su existencia metafórica es mi destino irrenunciable.

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