sábado, 22 de marzo de 2008
¡Ay que será de mí! ¿Qué cosa tan extraña es el amor? Ha venido de no se donde el condenado. A confundirme. A estresarme. A marearme. Tanta inteligencia. Tanta fuerza en este corazón. Y he caído. El problema conmigo es que siempre le hago caso a, este, mi ingrato corazoncito. Y siempre dejo la puerta abierta. Y nadie entra. No pueden creer que exista un hogar dentro de esta casa. Como que se asustan. Las demás puertas siempre están cerradas. Y dicen. Y titubean. Y yo acá, todo imbécil, esperando. No están preparados. Yo no estoy preparado para soportar mas esta alegre soledad. Me quejo, soy un niño llorón. Preferible mejor no sentir nada. Pero eso también me da miedo. Y cuando llegue para con Dios, ¿Qué le diré? ¿Con que cara? No pues, Dios, sabes que, no la supe hacer. Es que creo que las mujeres lo quieren todo. Y Dios es mujer. Pero si la canción de Nicho lo dice: “No existe el romance perfecto” Me gustaría ser de esos hombre cabrones; mendigos e insensibles. Esos traen a las mujeres muertitas. Tienen un no se que de encanto. Y yo. Y yo que quería cambiar al mundo. Un grandísimo pendejo. Eso es lo que soy. Un romántico al que nadie tomar en serio. E intento chantajear, pero no me sale; como que no naci para eso. Tal vez les guste lo difícil. Yo soy el camino de la simpleza. Es irónico, mi mente un laberinto; y mi corazón solo conduce a un camino: amor, cariño, ternura, comprensión, apoyo, etc., etc. Eso es muy simple, eso no puede ser. Tiene que ser difícil, complicado; para que valga la pena. ¿No valgo la pena? Algo debo de tener. Pero no lo que buscan ¡Me voy a volver puto! Me voy a prostituir. ¿Qué más da? Nadie quiere este amor; y yo, no tengo la valentía de clavarme una cuchilla en el abdomen. ¡Harakiri mental! Seppuku a mi corazón. Que barbaridad, las mujeres son tan hermosas y se aprovechan. ¿En que me he convertido? En un marica. Tanto buscar, y sigo sin encontrar. Y no quiero rendirme. No quiero saber que por mi impaciencia una mujer se arrepiente; nuevamente. Eso si no lo soportaría. Ya no quiero empezar de nuevo. He sido bufón. He sido caudillo. He sido artista. He sido un creador. He sido un santo, un monje, un iluminado. Y ahora soy un pendejete de quinta.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
no por favor, todo menos puto o emo!!! ten piedad!!!
hermano, el amor es un albur. si has perdido muchas veces, resiste, algún día tienes que ganar o si no por lo menos empatas, je. tú tienes el mismo problema que yo, siempre te enamoras de caras bonitas... queremos lo mejor físicamente y luego intelectualmente, somos tan ambiciosos y necios, que no nos importa pasar toda una vida buscando eso que queremos porque si no fuera poco la soledad tampoco nos parece incómoda. yo ya me resigné a mi vanidad, qué se le va a hacer... chao
no aharon. es que ayer andaba medio... como te digo, mareado, y pos me desahoge... pero no creo, gay no... y lo intelectual.... prfr! eso me vale madres, en serio, es que tendrias que conocer los detalles pa entender... a ver cuando nos echamos una platicadita... por cierto, vi tu video, ese del vato que se dispara... mmm... esta inpactante, pero yo no quiero matarme asi; ya sabes como soy, me gusta la solemnidad. saludos hombre viejo.
pues yo sí hermano, yo si quiero alguien inteligente, pero estoy pensando que no existen (espero que no se molesten las mujeres)
Publicar un comentario