
Una vez más. Bocanadas de aire fresco entran por mi ventana; ventana abierta. Aire de la mañana, ritual matutino; anuncias la llegada de aquel astro que tanto amo. Viento, entre frío y caluroso, eres cariñoso. Eres tú. Limpias mi rostro, me cobijas y me proteges. ¡Mágico vacío! Eres nada, y en cada exhalación, a cada instante, aseguras mi vida. Catalizador universal, me levantas de mi pesadez, disipas mi negra pesadumbre, acabas con mi sueño profundo; y me enseñas así, con tu elegante danzar, con tu simpleza de andar, una nueva vida. Una nueva oportunidad. Me ofreces una pieza musical; bien, bailemos pues. Me ofreces una gran nota musical; bien, ¡Cantemos pues! Me susurras de cerca y al oído los secretos del mundo, las maravillas del planeta, los misterios del universo. Me regocijo en ti; y tú, a cambio, solo me pides que te coma ¡Te como a grandes tragos! Eres dulce, amargo, agrio. Salado. Sabes a vitalidad, hueles a frescura, te escuchas a sinfonía y te siento desde adentro, por debajo de la piel. Ante mi te apareces siempre con prendas distintas, exuberantes adornos, bellos matices; con un rostro, que es una transfiguración perpetua. Eres, en suma, toda una divinidad. Una vez más. Cada mañana entras, paseas por mi habitación, te diviertes con mis ropas, conversas con mi soledad y despiertas mi espíritu. ¡Saturas mi alma hueca! Mi corazón, antes vacío, ahora se desborda, me he inflado de vida. Gracias a ti, mi aire. Te aprecio como nadie. No te vayas, no me dejes; solo un hombre como yo podría disfrutarte tan intensamente.
1 comentario:
Vaya, esto sí que es es un elogio a la vida... Mire que uno por aquí se acostumbra a elogiar a la muerte, a la belleza, al Arte o en el peor de los casos a elogiarse...pero difícilmente se elogia a la vida incesante...el querido Shakespeare decía que ¨no hay noches tan largas que no den paso a la aurora¨...tal vez...sólo que a veces parecería lo contrario...
Saludos...
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