jueves, 10 de abril de 2008

Llore mientras leías con caricias la palma de mi mano. Volví al centro de las estrellas.
Dame una razón. Y conquistare. Dame inspiración; seré fuerte. No me abandonaran nunca los recuerdos. La vida es ahora. Por que creí en el amor; por que fui subversivo. Por que renegué del destino. Y ahora me miro. Mírate. Las posibilidades no son infinitas; pero si posibles. Cantare; estate a mi lado, sigue mis pasos. Mantenernos de pie… parecerá necedad, y sin embargo esto es en lo que he creído. En esto nos hemos refugiado; este es nuestro ideal, nuestro lugar en el mundo. Los errores quedaran opacados por la llama de la fe. De a poco las acciones florecerán; y si no florecen, la semilla quedara. ¿Quién nos asegura la vida? Me siento vivo. Las lluvias están por venir. La gran explosión. Se respiran aires de alegría. Estas son arenas tranquilas; donde nos adentramos en un oasis de serenidad. Así; como estamos; Dios es divertido, el ríe con nosotros, los que se han quedado. La realidad es esto; sabernos vivos. Pero no vuelvan a abandonarme; si así fuese, que sea por que han superado los límites de este mundo… y desde allá denme vida en su memoria. Escuchare con atención. Amare con pasión. Pero dame tu hombro; cuando sea tiempo de llorar, en silencio dormiré. Y no dudes en abrazarme, no dudes en recordarme a lo que hemos venido. Aquí estamos; nunca es tarde. Pero toca a la puerta, yo abriré. Y no me dejes solo. Yo no lo hare. En todos los sentidos somos por siempre hermosos.

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