jueves, 28 de junio de 2007

De mi maldita imaginación insaciable.

He andado por ahí, he sido insistente, he librado pequeñas batallas, y he triunfado, claro, las derrotas han sido bastantes… a decir verdad nunca he sido derrotado… he caído en muchas ocasiones; pero lo rescatable de mi caso: me he levantado, tantas veces como he caído. Lo admito, en la mayoría de los casos no ha sido por iniciativa propia, sino por gente cercana… sucesos me rodearon, me abrazaron en el fugaz instante necesitado, gracias… ¿Habré acaso de decir algo mas? Pequeñas cosas son a las que gran valor doy, tal vez se deba a que pequeño soy (“No se si importa ser pequeño o grande”).La imaginación ha sido mi gran compañera, a ella mis gratitudes; cuando estaba yo solo, triste, desesperado, al borde de la impotencia por verse desmoronar mi realidad, la realidad inestable y decadente; ella acudía a mi auxilio, me sedaba, despertaba en mi la chispa del fuego que poco a poco se apagaba… gracias a ella he andado muchos caminos, muchas ideologías han pasado por el interminable angosto pasillo liso de mi mente.La última de sus afrentas ha sido el Monasterio Dharma Vihara del Budismo Theradava; pero esta vez me hizo recorrer más de 3,800 km, desde la puerta a Latinoamérica hasta Coacoatzintlan.Las conclusiones: Uno; los Budistas al parecer representan el mas perfecto ideal de lo que es un ser consigo mismo; dos, la imaginación aguda, esta vez me ha dado una lección, y ha dicho al respecto: “No permitas que las ilusiones de un breve sueño corrompan las posibilidades infinitas de una larga vida.”

¡Rayos! Dios es el ser con mas imaginación que existe.

2 comentarios:

Nadja Yukov Zoldovich dijo...

¿Sera todo una ilusion?

Todos tus muertos dijo...

Me impresiona tu ortografía en sánscrito traducido, ¿Varaha qué? Saludos.